El proceso del corte por láser
El corte por láser es un método preciso y eficaz de procesamiento de materiales basado en la aplicación controlada de energía láser. Nitrógeno, oxígeno y aire comprimido se utilizan habitualmente como gases de asistencia, que son los utilizados para ayudar en el proceso de corte. La elección de este gas depende de varios factores, así como de la aplicación:
El tipo de material que se va a cortar
El grosor del material
La calidad de los bordes requerida
Veamos los pasos básicos del corte por láser:
Antes de empezar el corter, hay que preparar el material a cortar. Esto implica seleccionar el tipo y grosor de material adecuados, asegurando su compatibilidad con la tecnología de corte por láser. El material se coloca de forma segura en la mesa de corte o en una fijación para mantener la estabilidad durante el proceso de corte. El material lo puede colocar manualmente un operario, aunque algunas cortadoras láser incorporan un sistema de carga automatizado.
El alma del corte por láser reside en la generación de un haz láser de alta potencia, producido mediante la excitación de un dispositivo láser, compuesto por una mezcla de gases, un cristal o una fibra, dentro de un resonador láser. El resonador láser contiene espejos que reflejan y amplifican la luz láser, dando lugar a un haz concentrado y uniforme.
La potencia y la velocidad del rayo láser se determinan en función del material y la calidad de corte deseada.
El gas de asistencia juega un papel crucial a la hora de mejorar el proceso de corte láser y la calidad del mismo. El nitrógeno, el oxígeno y el aire comprimido se emplean normalmente para este fin. Cuando el haz láser generado se dirige al punto de inicio, se utiliza nitrógeno u oxígeno para facilitar el proceso de corte.
El nitrógeno y el oxígeno pueden utilizarse como gas cortina alrededor del láser y el aire comprimido puede utilizarse para soplar los residuos y el metal fundido, así como para manejar y transferir el material.
La selección y aplicación adecuadas de estos gases contribuye a mejorar: velocidad de corte, precisión y eficacia general del proceso.
El material se descarga de la mesa de corte manual o automáticamente. A veces es necesario limpiarlo o eliminar el material sobrante, limpiar los bordes de corte y dar los acabados necesarios.
Otras veces, el material está casi listo para su uso justo después de cortarlo.